Hace unas semanas, vi en Instagram en la cuenta de una amiga, unas magdalenas de agua de azahar con frutas escarchadas y me entraron unas ganas tremendas de hacer magdalenas.

Así que esa misma tarde me puse manos a la masa con ellas.
La receta es la misma que publiqué el año pasado de las magdalenas de limón pero con unas pequeñas variaciones.
Estas llevan agua de Azahar en lugar de zumo de limón, yo le puse dos cucharadas y se aprecia el sabor pero no es muy fuerte, si a vosotros os gustan con más sabor podéis añadirle un poco más, pero no os paséis que si no tendrán un gusto a colonia. Por lo menos eso es a lo que a mi me recuerda cuando algo está pasado de Agua de Azahar.
Pues aquí os dejo la receta de estas magdalenas superesponjosas que os recordarán al Roscón de Reyes seguro!!

Ingredientes
3 Huevos L
250 g de Azúcar
375 g de Harina
2 pares de Sobres de Gaseosas
250 ml de Leche (a temperatura ambiente)
250 ml de Aceite de oliva suave
Ralladura de una Naranja
2 cucharadas (tbsp) de Agua de Azahar
100 g de Frutas Confitadas en cubitos

Elaboración
Preparamos las cápsulas de papel de las magdalenas poniéndolas en una bandeja de cupcakes o en capsulas de silicona y reservamos.
Empezamos tamizando la harina junto con los 4 sobres de gaseosas.
En bol de la Kitchen Aid (o batidora de varillas) ponemos lo huevos y el azúcar y batimos con el globo a velocidad alta durante 5 minutos, habrá triplicado el volumen y aclarado.
Bajamos a velocidad media – baja e incorporamos el aceite lentamente en chorro fino.
Cuando ya esté completamente incorporado el aceite añadimos la leche de la misma manera.

Ponemos el agua de azahar, la ralladura de naranja y batimos a velocidad media – alta.
A la misma velocidad vamos echando sin prisa pero sin pausa la harina que hemos tamizado antes con los sobres de gaseosa.
Cuando ya esté incorporada la harina añadimos las frutas confitadas con movimientos envolventes para distribuirlas por igual en la masa. Si previamente las enharinamos un poco, evitaremos que se vayan al fondo de la masa.
Repartimos la masa en las cápsulas que hemos preparado llenándolas 2/3 de su capacidad y llevamos al frigorífico durante unas tres horas.
Encendemos el horno a 250º C calor arriba y abajo.

Justo antes de meterlas al horno espolvoreamos con un poco de azúcar por encima.
Metemos al horno en posición media y bajamos la temperatura a 220º C, pasados 10 minutos bajamos la temperatura a 200º C y dejamos 5 minutos más. Comprobamos que están listas pinchándolas con un tester o palillo el cual tiene que salir limpio.
Las dejamos enfriar 5 minutos en la bandeja y después las pasaremos a una rejilla.

Quedan muy esponjosas y el aroma y sabor al agua de azahar os recordara al roscón de Reyes aunque con una textura diferente.
Besotes.
Mónica