Estas galletas junto con las de mantequilla tradicionales fueron de las primeras que hice cuando empezó mi afición a la repostería.

No recuerdo de donde saqué la receta, la apunté en mi cuaderno de recetas cuando las hice por primera vez y ahí acudo cada vez que las hago. Además son rapídísimas y fáciles de hacer, os animo a hacerlas ya que no os van a defraudar.
Son las favoritas de mis hijos, Marcos las llama las galletas de harina. Las llama así, ya que se creía, cuando era más pequeño, que la capa exterior blanca era harina. Pero por más que le digo que es azúcar glass él las sigue llamando igual.
Con esta receta os salen unas 25 galletas, parecen muchas pero ya os digo yo que no son tantas, por lo menos en mi casa. Y es que en cuanto me descuido, la caja donde las guardo da unos bajones que no veáis.

Ingredientes
(Unas 25 galletas)
250 g de Chocolate de repostería (mínimo 52% de cacao)
50 g de Mantequilla
100 g de Azúcar moreno
2 Huevos
210 g de Harina
½ cucharadita (tsp) de Levadura
1 cucharadita (tsp) de Extracto de Vainilla
Una pizca de Sal
Azúcar glass (para rebozar)

Elaboración
En un bol resistente al calor ponemos el chocolate con la mantequilla y lo fundimos en el microondas. Cada 30 segundos lo sacaremos y movemos para evitar que se queme el chocolate. Una vez fundido dejamos que se temple.
En el bol de la Kitchen Aid echamos los huevos con el azúcar y la vainilla y batimos a velocidad media hasta que estén espumosos. Bajamos la velocidad un poco y añadimos el chocolate fundido con la mantequilla, seguimos batido hasta esté completamente integrado.
Añadimos la harina tamizada junto con la levadura y la sal y mezclamos lo justo hasta obtener una masa homogénea.
Encendemos el horno a 180º C calor arriba y abajo.

Preparamos dos bandejas de hornear con papel sulfurizado.
Cogemos porciones de unos 30 g de masa con las manos o con una cuchara pequeña de helado (la mía es del número 4) y las damos forma de bolita. Ponemos la bola entre las manos y las aplastamos un poco.
Rebozamos cada galleta por azúcar glass y las colocamos en la bandeja dejando espacio entre ellas ya que al hornear crecerán un poco.
Metemos la bandeja al horno precalentado. Hornearemos las galletas hasta que se craquelen (observaremos que se hacen grietas en el azúcar de encima), unos 9 minutos.
Sacamos la bandeja y pasamos las galletas a una rejilla en cuanto las podamos coger con la mano sin quemarnos para que se enfríen.

Tenemos unas galletas crujientes por fuera y blanditas por dentro. ¡¡¡Seguro que os encantan!!!
Besotes.
Mónica